Mira los ojos de un niño…
Los ojos de un niño son tan inocentes, tan transparentes, tan cristalinos… ¿De dónde viene esta claridad?
Esta claridad viene del no pensamiento. El niño, aún no ha aprendido a pensar, a acumular pensamientos. Mira, pero no puede clasificar.
Si el niño mira árboles, no puede decir que son árboles, no puede decir que son verdes, no puede decir que son hermosos. El mira los árboles, pero lo hace sin ninguna clasificación, sin ninguna categorización.
El aún no posee un lenguaje nublando en su mirada. El simplemente ve.
El color está ahí, pero él no puede decir que es color; el verde está ahí pero el no puede decir que es verde. Todo es puramente claro, pero el niño no puede etiquetarlo. A esto se debe la inocencia de sus ojos.
La persona de entendimiento, nuevamente alcanza los mismos ojos. En cuanto a lo que a la claridad concierne, nuevamente se vuelve un niño.
¿Pero cómo puedes nuevamente SER un niño?
Puedes nuevamente ser COMO un niño, si dejas el pensamiento, si abandonas el manto del pensamiento que te cubre y quedas desnudo,;nuevamente tendrás la misma claridad.
OSHO, The first principle, #3
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